La evolución de servicios administrados, outsourcing, virtualización y conectividad de banda ancha derivó indefectiblemente en la computación en la nube. Su atractivo se basa en una solución que requiere un bajo costo inicial y que generará un retorno sobre la inversión (ROI) rápido. Esta perspectiva, sin embargo, quizá considere únicamente los costos inmediatos de contratación y migración a la nube, pero pase por alto los costos a largo plazo de operación en la nube y, lo que es peor, los costos ocultos que podrían llegar a reducir al mínimo el retorno esperado.
Para mayor complejidad, la computación en la nube abarca una variedad de modelos de entrega e implementación de servicio que van desde nubes públicas y comunitarias hasta nubes híbridas y privadas. Hay varios proveedores que ofrecen estos servicios y cada uno de ellos presenta modelos de soluciones y precios diferentes.
Una de las tareas más difíciles para los líderes de las tecnologías de información (TI) es valorar el costo total de un servicio de TI en función de su posible retorno. Este desafío es válido, tal vez mucho más que cualquier otro aspecto, para la computación en la nube. Una evaluación significativa de los beneficios de la computación en la nube debe abarcar las perspectivas a corto, mediano y largo plazo, y también los costos de terminación del servicio. Además, en la ecuación, se deben cuantificar y considerar correctamente los beneficios tangibles e intangibles.
El cálculo del ROI es importante para toda inversión nueva o existente; es crítico a la hora de responder interrogantes tales como “¿Estamos haciendo lo correcto” y “¿Lo estamos haciendo de la manera correcta?”.
El bajo desembolso inicial de dinero que requiere la computación en la nube posiblemente no permita ver tan fácilmente la inversión asociada. Sin embargo, es absolutamente razonable que cualquier servicio que cumpla un papel fundamental en la conducción y el respaldo de un negocio exigirá una inversión que, aunque no esté representada en forma de gastos iniciales, seguramente lo estará en términos de tiempo, recursos, preparación organizacional y oportunidades perdidas. Como sucede con cualquier inversión de envergadura, la computación en la nube exige reflexionar y analizar los distintos aspectos del ROI, tanto al inicio como continuamente durante toda su vida útil.
Debido a que el ROI se calcula utilizando el costo de retorno e inversión, es importante cuantificar el valor del retorno de la manera más exhaustiva posible e identificar todos los costos potenciales (esperados e inesperados) cuando llega el momento de sopesar la decisión de proceder con una solución en la nube. La cuantificación del retorno variará considerablemente de una organización a otra; igualmente, debe encontrarse una base generalmente aceptada y usarse de manera coherente, al menos dentro de la empresa. La mejor manera de lograrlo es comprometiendo a diferentes funciones de negocio durante la fase de definición de requerimientos y análisis financiero. La mayoría de las organizaciones financieras cuentan con reglas y tasas bien definidas para calcular el ROI y otros indicadores financieros.
El cálculo del ROI para la computación en la nube supone muchas aristas y puede ser muy complejo debido a su naturaleza abstracta. No obstante ello, es importante concentrarse en buscar la información correcta para realizar cálculos significativos y precisos. De lo contrario, los resultados tal vez no sirvan de nada o, peor aún, podrían ser engañosos.
Propuesta y organización
Este artículo presenta un marco que pueden utilizar quienes se encargan de tomar decisiones de TI y de negocio para analizar los componentes que deben tenerse en cuenta cuando se calcula el ROI. Para abordar estas cuestiones, el artículo:
- Proporciona una definición de alto nivel sobre la computación en la nube y el cálculo del ROI.
- Describe los beneficios, costos y desafíos de negocio más comunes en relación con la computación en la nube.
- Proporciona un marco para evaluar el ROI para proyectos de computación en la nube.
Modelos de entrega e implementación de servicios de computación en la nube
El Instituto Nacional de Normas y Tecnología (National Institute of Standards and Technology) (NIST) de los EE. UU. define la computación en la nube como “un modelo para habilitar un cómodo acceso en red omnipresente, a solicitud, a un conjunto compartido de recursos informáticos configurables (por ejemplo, redes, servidores, recursos de almacenamiento, aplicaciones y servicios) que se puede conformar y proveer rápidamente con un esfuerzo administrativo mínimo o una interacción mínima con el proveedor de servicios”.
El modelo de computación en la nube del NIST tiene las siguientes dimensiones: cinco características esenciales, tres modelos de servicio y cuatro modelos de implementación (figura 1).

ROI, TCO, VPN, TIR de la computación en la nube
El ROI es una de las tantas herramientas de medición financiera disponibles para calcular los resultados financieros de las inversiones de negocio. Este cálculo considera los costos de una inversión y sus ganancias esperadas, y genera una estimación de cuán favorable será la inversión.
Para calcular el ROI, se divide el resultado de la ganancia de la inversión menos el costo de la inversión por el costo de la inversión. El resultado se expresa como un porcentaje o índice (figura 2).
En la mayoría de los casos, un índice mayor que 0 indica que el retorno es mayor que el costo, de modo que la inversión podría considerarse beneficiosa (el grado de beneficio depende de los objetivos de inversión de la empresa o de sus normas corporativas
ROI=(Ganancia de la inversión – Costo de la inversión)/Costo de la inversión
Por ejemplo, el ROI correspondiente a una nueva aplicación basada en la nube (SaaS) que se espera que tenga una inversión de USD$600,000 durante un período de cinco años y que produzca beneficios (ahorros en los costos y nuevos ingresos) de USD$900,000 durante el mismo período generará un retorno del 50 por ciento.
ROI=($900.000-$600.000)/ $600.000 = 50%
Los cálculos del ROI usados como única medición financiera para la toma de decisiones no ayudan a prever la probabilidad de obtener el retorno (TIR) o el riesgo involucrados en una inversión en particular. Idealmente, la empresa usará una herramienta de medición financiera múltiple. Por ejemplo, el valor presente neto (VPN), la tasa interna de retorno o el período de recuperación de la inversión, al considerar la posibilidad de adoptar servicios de computación en la nube.
El TCO, siglas del inglés Total Cost of Ownership, es diferente del ROI porque solamente da cuenta del costo asociado con una adquisición durante toda su vida útil o durante un período determinado para el cálculo.
El VPN compara los costos y beneficios anticipados durante un período predeterminado utilizando una tasa que ayuda a calcular el valor actual de las transacciones futuras de flujo de efectivo. La TIR es una variante del VPN y se utiliza para determinar la tasa de descuento que haría que el VPN de la inversión sea equivalente a cero.
El TCO, el VPN y la TIR son cálculos más significativos y complejos. Por lo tanto, requieren datos y variables adicionales para calcularlos.
La simplicidad del ROI lo convierte en un término más común para la comercialización de materiales y el análisis de proyectos. Para las inversiones que tienen costos y beneficios claros y cuantificables que se conocen fácilmente, el cálculo del ROI es tarea sencilla. Sin embargo, en el caso de inversiones más complejas como los servicios de computación en la nube, el cálculo del ROI puede ser complejo y engañoso. Generar un resultado significativo depende de haber considerado todas las variables cuantificables, y definido un período claro y coherente.
Posiblemente el cálculo excluye los beneficios intangibles y el riesgo, a menos que el negocio pueda asignar un valor basado en datos históricos o estadísticos. Las inversiones basadas exclusivamente en objetivos de negocio pueden justificarse mejor mediante un caso de negocio respaldado por varias herramientas de medición financiera.
Beneficios de la nube
La nube promete una diversidad de beneficios que incluyen:
- La capacidad para convertir el costo del capital a gastos operacionales.
- Bajar el costo general.
- Aportar mayor agilidad y estandarización.
- Capacidad para cambiar los recursos de TI por actividades de mayor valor agregado.
- Mejorar la satisfacción del empleado y la ventaja competitiva.
Algunos de estos beneficios son bastante subjetivos y, en consecuencia, resulta difícil incluirlos en los cálculos financieros (matemáticos).
Las siguientes tablas describen los beneficios más comunes que prometen quienes respaldan la computación en la nube. Los beneficios se agrupan en dos categorías: tangibles (cuantificables) e intangibles (estratégicos).


Costos relacionados con la nube
Las soluciones en la nube incluyen muchos elementos que van más allá de los costos evidentes de hardware y software. Existen tres tipos de costos: de arranque (costos iniciales), operacionales (costos recurrentes) y costos por única vez (costos de cambio o terminación del servicio). cuadros siguientes describen los aspectos más comunes de estos tipos de costos.



Desafíos de negocio que se deben considerar
Cuando se utiliza la nube, existen ciertos desafíos de negocio. En la siguiente tabla , se describe los desafíos comunes que deben tenerse en cuenta a la hora de evaluar los servicios en la nube.

Las tablas presentadas anteriormente no son exhaustivas. En ellas se enumeran los beneficios, costos y desafíos más conocidos y su finalidad es darle el puntapié inicial al análisis del ROI en la nube. Los usuarios deben incluir valores relevantes al proyecto que se está analizando y eliminar los valores que no corresponden.
Fuente: ISACA, Calcular el ROI de la nube: desde la perspectiva del cliente.
Adaptado por la División Consultoría de EvaluandoCloud.com